La Dra. Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), ante la situación excepcional que estamos viviendo, dice que: “como sanitarios, y después de la declaración del Estado de Alarma, todos nuestros centros y profesionales pasan a estar a disponibilidad y bajo el mando de la autoridad sanitaria correspondiente, por lo que, nos afecta de forma total y absoluta. Es decir, tanto nuestros centros como todos los profesionales, deben aplazar toda la actividad programada, lo que supone un parón en la actividad habitual de las clínicas y la disponibilidad de estas y sus profesionales por si fuesen requeridos para prestar sus servicios en la Sanidad Pública. Evidentemente esto tiene un gran impacto económico en nuestro sector formado en su mayor parte por autónomos y PYMES”.
Medidas tomadas
Sobre las medidas que se han tomado por parte de la SEME, su presidenta explica que, “por su novedad e incertidumbre, se va informado a los socios a medida que el Gobierno va promulgando estas normas. La primera y más importante es colaborar y solidarizarnos con todos nuestros compañeros sanitarios que están en primera línea, trabajando y exponiéndose para controlar esta gravísima situación sanitaria que estamos sufriendo. La segunda, desde que se conoció la emergencia el pasado viernes, fue ponernos a disposición de las autoridades, inscribiéndonos en los colegios de médicos correspondientes, para atender las necesidades asistenciales en las que podamos ser útiles. La tercera ha sido comunicar al Ministerio las existencias, en nuestros centros o clínicas, de productos sanitarios necesarios para la protección de la salud: mascarillas, test PCR, kit detección rápida, isótopos, batas desechables, entre otros”.
Lo que debemos aprender
Preguntada acerca de lo que una experiencia como esta nos puede enseñas, la Dra. Vega indica:
“Lo primero la vulnerabilidad y fragilidad que todos los seres humanos seguimos teniendo frente a los microorganismos.
La importancia que tener unos buenos hábitos y una buena higiene en cualquier situación, pudiendo marcar la diferencia entre enfermar o no.
Si la globalización socio-económica es un hecho, quizás todos deberíamos replantearnos, sobre todo las autoridades, que también la Sanidad debería estar globalizada, es decir tomar conciencia de la importancia de que todos los sistemas sanitarios del mundo tengan unas garantías y coberturas mínimas que permitan una mejor y más rápida contención, ante catástrofes como esta, pues los microrganismos no conocen fronteras. Así como fomentar la investigación no solo cuando la bolsa se desploma sino también cuando sube.
La importancia de educar a la población para entender que la salud es el bien más preciado y sobre todo que es un bien colectivo.
Por último quiero destacar la vocación, profesionalidad y el altruismo que todos los sanitarios públicos (médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos) nos están demostrando, exponiéndose ellos mismos, en condiciones muy desfavorables y sin descanso, y pese a las bajas retribuciones que soportan”.