Numerosos o estudios científicos han demostrado que la boca es el primer objetivo estético de la cara. Es el primer punto de referencia al que de forma inconsciente dirigimos nuestra atención, siendo el segundo los ojos.
El aspecto de la boca es el resultado de muchas variantes, desde la armonía entre las medidas, volúmenes y proyecciones de sus diferentes componentes: dientes, encías, labios y comisuras, tanto reposo como en movimiento. Su imagen puede cambiar totalmente del reposo a la sonrisa, o simplemente mientras hablamos. A través de sus movimientos y expresiones trasmitimos nuestro estado de ánimo: alegría, placer, dolor, angustia. Así una bonita sonrisa, puede iluminar de repente una cara poco atractiva en reposo, y convertirla en un foco de atractivo y simpatía. Y al revés un gesto huraño de la boca puede eclipsar y anular una belleza facial con un resultado nada atractivo.
La boca es además portadora de otro gran secreto: nuestra edad, es uno de los rasgos faciales a la que más afecta el paso del tiempo, cambiando su forma y posición con la edad.
Los gestos de la boca, tan intrínsecamente humanos, universales y espontáneos, son el resultado evolutivo de la combinación y armonía de muchas estructuras anatómicas, que el medico estético debe conocer perfectamente para realizando un correcto diagnóstico, poder indicar y realizar el tratamiento más adecuado para obtener el mejor resultado, debemos solicitarle la mejor versión de nuestra boca, y huir de la uniformidad o tendencia, perdiendo nuestra esencia.
Las principales estructuras anatómicas a considerar ante cualquier tratamiento estético de la boca son:
- Labios: Forma, tamaño, color, situación, proyección y proporción entre el superior e inferior.
- Posición y relación respecto a la nariz, así como con los otros rasgos faciales
- Dientes: Colocación, aspecto y relación entre los dientes, encías y huesos maxilares, especial importancia tiene la mordida
- Movimiento: los gestos que percibimos son el resultado final de la contracción-relajación de 17 músculos.
Los inestetismos que afectan a esta zona suelen ser debidas a la afectación combinada de alguno o varias de estas estructuras, por lo que muchas veces su tratamiento requerirá de tratamientos combinados e incluso de la actuación de distintos profesionales.
Un diagnóstico adecuado, que tenga en cuenta todas estas variables, bien encuadradas en la edad del paciente, proporcionara resultados excelentes y naturales, que aumentaran el bienestar y la autoestima de las personas, sin alienar su imagen.
Fuente: Clínica Vega ®
