Las más frecuentes son las de distensión, que serían las que aparecen en la pubertad y en los embarazos, o por cambios de peso
Se manifiestan sin previo aviso y en la mayoría de cuerpos. Estas líneas alargadas y finas, rojas o blancas, son comunes en un elevado porcentaje de población. Da igual si eres hombre o mujer, prácticamente nos acompañan a todos. Y aunque, afortunadamente, el hecho de tenerlas se ha normalizado y visibilizado (al igual que la celulitis), lo cierto es que su aparición se puede prevenir. Además, una vez que ya están instauradas en alguna zona, también se pueden tratar, aunque nunca se lleguen a eliminar por completo.
¿Qué son? Cicatrices que afectan especialmente a la segunda capa de la piel, la dermis. Suponen un trastorno de las fibras del tejido conectivo y suelen aparecer en muslos, caderas, glúteos, pecho o barriga. ¿Por qué? Por un crecimiento corporal rápido de volumen, como por ejemplo el embarazo, o de altura, que se suele dar en la adolescencia.
«Las causas pueden ser diversas. Las más frecuentes, las de distensión, aparecen en la pubertad y en los embarazos, o por cambios de peso. Luego tendríamos las que son de causa farmacológica o como consecuencia de enfermedad que producen un incremento del cortisol, como el Síndrome de Cushing», explica la doctora Petra Vega, doctora en medicina estética y miembro de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).